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Consejos para enfocar una entrevista
Hacer entrevistas en tu blog a profesionales relacionados con tu sector, sea cual sea, tiene beneficios indiscutibles: entre otros, sumar un contenido fresco y, lo más importante, de calidad; aportar un valor adicional a tu audiencia; y ganar más visibilidad (y visitas), sobre todo si el entrevistado te da una difusión extra (cosa que suele suceder en la mayoría de los casos). Sin embargo, hoy no queremos detenernos en los beneficios de las entrevistas, sino en cómo orientarlas y en cómo plantear las preguntas.
Cada maestrillo tiene su librillo pero, como siempre hacemos y por si te puede servir de ayuda, vamos a hablarte desde nuestra propia experiencia y a contarte cómo enfocamos nosotras las entrevistas, un formato que nos gusta mucho y que hemos convertido en una sección fija, por temporadas, en este blog. Por cierto, la tercera temporada de entrevistas ya la tenemos en el horno y estamos deseando contarte quiénes serán nuestros próximos entrevistados
Y, ahora sí, vamos al grano: te contamos primero lo más básico, cómo elegir a los entrevistados o cómo realizar el primer contacto, y después algunos consejos que quizá puedan servirte para orientar tus propias entrevistas. ¿Te parece?
Cómo elegir a los entrevistados
Sí, los primeros nombres que a uno le surgen como posibles entrevistados suelen ser los de aquellos profesionales que ya tienen un cierto prestigio y notoriedad, que son referentes para muchos dentro de su terreno y que nosotros mismos seguimos desde hace tiempo. Perfecto. Pero tampoco pierdas de vista que no tienes por qué dar cabida exclusivamente a profesionales «de renombre».
Por ahí fuera hay grandes expertos que quizá (de momento) no son tan conocidos porque no han tenido o no han buscado esa visibilidad que otros a estas alturas sí tienen pero que tienen mucho que aportar.
Del mismo modo, plantéate que también hay profesionales que pueden ser muy conocidos y considerados auténticos «influencers» pero que, por su perfil, quizá no encajen tanto con tu blog y con los intereses de tu audiencia y que, por tanto, no tienes por qué incluir en tu lista de posibles entrevistados.
En resumen, no elijas a tus entrevistados exclusivamente por el «nombre» y por su legión de seguidores en Twitter sino por el interés de lo que te puedan contar y el valor para tus lectores.
Cómo hacer el primer contacto
Aquí simplemente te vamos a contar cómo nos lo montamos nosotras y la verdad es que hay de todo un poco: en ocasiones hemos planteado entrevistas a profesionales de nuestro sector que en algún momento nos han dado alguna clase(obviamente el contacto aquí resulta más sencillo porque ya te conocen, pero ¿por qué no aprovechar la circunstancia?), hemos contactado (o enredado ;)) a profesionales que nos han parecido interesantes y con los que hemos coincidido en algún congreso o evento y muchas veces hemos realizado el primer contacto a través de Twitter (lo preferimos al email, que también es una opción).
¿Te da algún tipo de reparo proponerle a un experto de gran renombre una entrevista en tu modesto blog? Para nada. Lo que no se intenta es lo único que seguro que no se consigue. En general, la gente suele ser muy receptiva. Eso sí, deja margen, no pretendas plantear la entrevista y tenerla de un día para otro. Sin exigencias, un poco de paciencia. Siembra y ya recogerás 😉 Simplemente, haz la propuesta y emplázala para el mejor momento posible.
¿Cuestionario, presencial o vídeollamada?
Por regla general, cuando propones a alguien una entrevista y acepta, lo siguiente que seguramente te dirá es que le mandes por mail un cuestionario. Sin embargo, en nuestro caso, nos gusta especialmente hacer las entrevistas «face to face», ya sea en vivo y en directo, presencialmente, o vía Skype o Hangout.
No siempre es posible por la agenda del entrevistado, e igualmente se agradece, pero nosotras al menos lo intentamos 😉 y, de hecho, en ocasiones, hemos preferido postergar alguna entrevista porque existía la posibilidad de que más adelante pudiéramos hacerla cara a cara.
Sí, los cuestionarios son un método mucho más sencillo y rápido que lleva menos trabajo, pero también te dejan menos margen de reacción. Cuando las entrevistas son cara a cara (ya sean presenciales o por Skype o Hangout) al final se convierten en charlas que dan mucho más de sí, porque puedes profundizar más, repreguntar, ahondar sobre algún tema concreto, o preguntar sobre algo que ha surgido en la conversación por el camino y que, a priori, no hubieras preguntado.
Presenta a tu entrevistado y contextualiza
Sí, quizá tus lectores sepan perfectamente quién es tu entrevistado, pero tampoco lo des por hecho y, en cualquier caso, nunca está de más hacer una intro con una presentación previa en lugar de empezar a saco directamente con las preguntas y respuestas: tampoco se trata de que cuentes, de arriba a abajo, todo el currículum del profesional en cuestión, simplemente explica quién es y destaca sus puntos fuertes.
Igual que en un post lo ideal es que en el primer párrafo expliques a tus lectores qué es lo que les vas a contar y qué valor pretendes aportar con ese artículo en cuestión, con las entrevistas pasa lo mismo: contextualiza y avanza en la introducción un par de «titulares» o conclusiones, ya que de este modo tus lectores se podrán hacer una idea de lo que podrán encontrar si siguen leyendo.
Cómo enfocar las preguntas
Aquí vamos a compartir contigo algunos consejillos que quizá te puedan venir bien para enfocar las preguntas a la hora de encarar la entrevista:
- Echa un vistazo a las entrevistas anteriores que le hayan podido hacer al profesional que vas a entrevistar: ojo, no para copiar, todo lo contrario. No tiene ningún sentido que le preguntes exactamente lo mismo lo que ya le han preguntado mil veces. Haz tus propias preguntas, a tú manera, adaptadas a tu blog y a tus lectores.
- Selecciona bien las preguntas, tampoco hay que abusar: seguro que te gustaría hacerle 1.000 preguntas a ese profesional que sabes muy bien que tiene mucho que aportar, pero tampoco se trata de ser un abusón. Prioriza aquello que más te interesa, sobre todo si envías un cuestionario, y limita el número de preguntas (no más de diez) para evitar que tu entrevistado se arrepienta de ese momento en que te dijo que sí. Si la entrevista es cara a cara, siempre tendrás más margen de maniobra para preguntar más 😉
- Adapta las preguntas al perfil de tu audiencia: nunca pierdas de vista que la finalidad de la entrevista es que tus lectores puedan sacar algo en claro. Pregunta lo que crees que a tus lectores les interesará saber.
- Recurre a las «preguntas encadenadas»: si envías un cuestionario, lo más normal es que te tengas que conformar con las respuestas escritas que te devuelvan y que tengas menos margen de reacción si te interesa profundizar en algo. Guárdate un as en la manga y antícipate, añadiendo «subpreguntas» a determinadas preguntas que puedan dar más de sí, para el caso de la que respuesta sea demasiado escueta y te deje con ganas de más.
- Lleva las riendas del «lenguaje»: tu entrevistado no tiene por qué saber el tono de tu blog ni el lenguaje que entiende tu audiencia, pero tú sí lo sabes. Tú eres quien pregunta; marca al hacerlo el lenguaje de la entrevista, evitando por ejemplo los tecnicismos si acostumbras a evitarlos en tu blog por el perfil de tus lectores.
- Intenta centrarte en una temática: tu entrevistado puede saber de un montón de cosas, pero no está de más acotar la temática y centrarla en los que realmente son sus puntos fuertes. Es decir, intenta «tematizar» tus entrevistas.
- No trates de impresionar con «preguntas inteligentes»: la entrevista no está para que tú impresiones al entrevistado con aquellas preguntas que crees que pueden parecer «súper inteligentes» sino para aportar un valor a tus lectores. En muchas ocasiones la pregunta más sencilla es la que puede tener más valor.
- Humaniza al entrevistado: ¿te suena aquello de que cuando uno es más cercano y se implica consigue conectar más y mejor? Pues llévatelo también al terreno de las entrevistas. Sí, tu entrevistado puede ser un grandísimo y reputadísimo experto, pero también es una persona. Intenta que el tono de tus preguntas le pueda dar pie a ser igualmente cercano, no preguntes solo por información o datos puros y duros, sino también por sus impresiones, opiniones y puntos de vista y, si procede, rasca algún anécdota o experiencia más personal que pueda resultar más curiosa (y humana). Eso sí, que pegue con el contexto de la entrevista 😉
Y ahora te toca a ti, ¿qué tipo de entrevistas prefieres?
Muy interesante la publicación que compartes, sobre todo para quienes nos encanta este tema,
Saludos
Marta
Habíais pensado en grabar en vídeo las entrevistas?
Un abrazo enredadas.
Me encanta este post!!! Este me lo guardo en la caja fuerte. No os hacéis una idea de la gente a la que estáis ayudando con post de este tipo.
Chapó, chicas.
Por cierto, ya echaba de menos las ilustraciones.
1 Abrazo.
Muchas gracias Juanmi! Este sabíamos que te podía gustar 😉
De hecho, lo teníamos entre manos desde hace un tiempo pero nos decidimos del todo a sacarlo después de que nos preguntaras sobre el tema de las entrevistas, así que en parte eres responsable de este post
Gracias siempre por tus comentarios, por tu feedback y por tus propuestas
Un abrazo enorme!
Hola chicas,
Muy buen articulo, que me viene como anillo al dedo.
Esto de las entrevistas, es una de las cosas que quieres hacer y terminan metidas en el cajón, por no saber como enfocarlas.
Gracias a este post, lo iré sacando del cajón.
Salu2
Qué bien, Matías! Nos alegramos de que te haya resultado útil. Estaremos muy atentas para cuando te lances con las entrevistas y cualquier duda, ya sabes, aquí estamos!
Un saludo y buen finde!